miércoles, 21 de mayo de 2008

La Comunicación como vía Interactiva en el Trabajo Didáctico con la Creatividad





Ser parte del criterio de considerar la comunicación como un acto complejo que se da en un entorno personal y social concreto y no de limitarla solamente a una cadena de sonidos, a una estructura sintáctica o al contenido.

Así mismo se concibe el aula desde perspectivas también más globales que expliquen aspectos de esa realidad que puedan estar incidiendo en el origen de la comunicación, en su producción y en los efectos que causa en los individuos.

Parsons desde su teoría de sistema social ayuda a describir la estructura normativa del aula, los condicionamientos donde se da la situación comunicativa. En el aula se crea una dinámica, se desarrolla una acción socializadora donde se puede observar el hecho comunicativo desde la perspectiva del sistema de personalidad, el social y el sistema cultural.

Al considerar el aula un conjunto, se estudian entonces como elementos del sistema social: su normativa, valores, modelos pedagógicos, organizativos y evaluativos; donde se van perfilando los alumnos con actividades, comportamientos, relaciones, integración en el sistema de la escuela y otros.

Visto así, la escuela es un campo de aprendizaje para la sociedad. El aula es una realidad con un contenido complejo, que desarrolla en los alumnos saberes, capacidades, valores, actitudes base de los comportamientos para la vida (para Parsons, todos estos factores influyen en la interacción en el aula).

Surgen en el proceso de interacción dos tipos de grupos:

1.- Los que se identifican con el profesor

2.- Los que se sienten mejor vinculados a los compañeros de aula.


Se da además la relación con la cultura juvenil y con las actividades extraescolares.

En el entorno del aula hay un sistema normativo, que servirá de aprendizaje para cuando salga del sistema escolar.

Para Bersnstein ("Poder, educación y conciencia." Santiago de Chile, 1988) existen otros elementos que facilitan la comprensión del comportamiento de sus agentes en la comunicación: la transmisión cultural; esta se efectúa tanto a macroniveles o en el nivel institucional como a microniveles o en el nivel interaccional. Para este autor, la relaciones sociales que existen en el aula son la base de la comunicación, pues estas condicionan el tipo, la intensidad y el matiz de la comunicación en ese medio.

Desde una perspectiva interaccionista y desde el modelo etnográfico de Hymes acercarse a la comprensión del hecho social del aula y al análisis de la comunicación en ese espacio lleva a observar:

a) La transmisión de información del emisor al receptor en una dirección vertical de profesor alumno, este último con escasas posibilidades de participación.

b) La regulación del sistema de comunicación por el sistema feed-back (proceso de retroacción).

c) La comunicación interpersonal o interacción.


Se debe considerar la comunicación verbal y la no verbal. En el análisis de la comunicación verbal el método que emplean los interaccionistas es el estudio de la conversación, y de discursos académicos, culturales, de vida cotidiana y pedagógica.

¿Por qué reflexionar sobre la comunicación en el aula ?


Se han hallado en la práctica escolar varias razones de las cuales se relacionan algunas de ellas:

1.- Tiene lugar la mayor parte de las intervenciones socializadoras (instructivas, educativas, actitudinales, etc).

2.- No ha sido convenientemente estudiada ni clasificada de manera que pueda ser útil a diferentes grupos de alumnos.

3.- La comunicación bien realizada puede prevenir problemas y desajustes graves en el aula.

4.- La comprensión de la comunicación puede ayudar al profesor a entender a los agentes de los desajustes

5.- Puede hacer comprender a los diversos agentes el plano de igualdad mediante la comprensión del sentido del lenguaje.

6.- Puede ayudar a dosificar contenidos, adaptarlos y articularlos a la cultura de referencia de los alumnos.

7.- Puede vincular grupo, institución escolar y otras instituciones.

8.- Puede ayudar a formular hipótesis ubicadas en procesos a nivel macro.


El lenguaje como expresión de la cultura viene a ser el vehículo que permite alcanzar los propósitos deseados, es por ello que en este trabajo junto a la comunicación ocupa un espacio de suma importancia.

La lengua presentas variaciones que dependen de muy diversos factores: geográficos, históricos, sociales, derivados del canal empleado, de la situación de comunicación, de la relación entre los interlocutores.

Al intervenir en una situación de comunicación, los hablantes elegimos, conscientemente o no, entre una modalidad estándar o dialectal y ya dentro de una de ellas, hay elecciones posibles, entre los registros que la lengua ofrece (formales, coloquiales o familiares, técnicos, especializados) y de otra índole, temáticas, de propósito o intención, de canal, de código.

Para llevar a cabo todas las elecciones el hablante precisa estar en posesión de una amplia gama de repertorios lingüísticos, además de una mínima experiencia en el género o la modalidad textual de que se trata: examen, conversación, entrevista, carta. De la prudencia o torpeza con que el hablante efectúe esta serie de elecciones dependerá que sus discursos sean tildados de elegantes, acertados, adecuados, afortunados, prudentes, o bien, pretenciosos, pedantes, distantes, oscuros o vulgares. El cómo, se dice que es un aspecto esencial de la competencia y el rendimiento comunicativo del individuo.

El producto o el resultado de una serie de elecciones que hace el hablante entre distintos tipos de códigos expresivos, consciente o inconsciente, acertada o equivocadamente, respecto a sus intenciones y en consonancia con la situación de comunicación en que se encuentra , serán la clave de la adecuación del texto.

Se sugiere que el docente considere en su trabajo con la comunicación las cuatro variantes tradicionales de la lengua:

1.- Diacrónicas - derivadas de razones históricas.

2.- Diatópicas - de origen geográfico.

3.- Diastráticas - de origen social.

4.- Diafásicas - derivadas de la situación comunicativa.


Para ello, en la elección de las variables sociales (sociolectos) y las situacionales (registros) establecerá la lógica dependencia con el contexto de situación en el que se produce la comunicación y empleará entre las variables:

1.- Personas participantes: emisor / destinatario.

2.- Tema de que se trata.

3.- El marco (espacio de tiempo de la interacción y la relación física de los interlocutores).

4.- El canal (se mantiene el contacto con los interlocutores).

5.- El código (la lengua, dialecto o estilo de la lengua empleado).

6.- La forma del mensaje o género utilizado

7.- Propósito (lo que los participantes pretenden).

8.- Clasificación fructífera en las aulas ("cuanto más sepa el analista del discurso (y el hablante) de las razones del contexto, más probable es que sea capaz de predecir lo que va a decirse" Brown - Yule, 1993.). Hyges.


La elección de un registro depende de la experiencia comunicativa del hablante y del contexto de situación en que se encuentra. Considerar los registros o estilos de la lengua es también una herramienta de predicción e interpretación. Interesa determinar qué es lo que se debe saber de una situación de comunicación dada, para predecir las características lingüísticas de ellas derivadas (es decir, el registro probable) lo que supone restringir aún más el contexto de situaciones.

Los estilos de la lengua pueden ser utilizados notablemente como modelo de análisis en el aula:

1.- El campo del discurso, es consecuencia de los objetivos o intereses del hablante: usos ideológicos del lenguaje.

2.- El modo del discurso está en relación con el medio de transmisión elegido: géneros interactivos, no interactivos y formas mixtas.

3.- El tono (amistoso, cordial, frío, impersonal) indica la relación entre los interlocutores. (Halliday, 1982)

En la estrategia comunicativa todo emisor que quiera conseguir determinados fines deberá procurar que sus enunciados se adapten tanto a sus propias intenciones, como a la situación y al papel o categoría social de sus interlocutores. Este hecho se pone más de manifiesto si tenemos en cuenta que los intereses del emisor y los del receptor provocan un choque, un conflicto. Para evitar ese conflicto hacemos uso de la cortesía: conjunto de estrategias al servicio de las relaciones sociales. El problema estriba en determinar y ordenar con rigor ese conjunto de estrategia.

En la literatura se registran dos tipos de cortesía:

1.- Relativa: depende de las posiciones sociales de los interlocutores, gracias a ellas se mantiene o se aminora la distancia social.

2.- Absoluta: intrínseca en determinados actos de habla.

Leech, 1983. Apunta diversas acciones relacionadas con la cortesía:

a) Acciones que apoyan la cortesía, mantienen o mejoran la relación social entre interlocutores : agradecer, saludar, felicitar, ofrecer, invitar.

b) Acciones indiferentes a la cortesía, el empleo de formas de cortesía relativa apoya la relación: informar, afirmar, anunciar).

c) Acciones en conflicto con la cortesía: preguntar, pedir, ordenar, exigir, rogar, solicitar.

d) Acciones dirigidas frontalmente contra la cortesía: acrecientan la distancia entre interlocutores, destruyen las relaciones: maldecir, amenazar, acusar.


Es por lo antes expuesto que se puede afirmar a modo de conclusión, que la lengua es una forma de expresión y parte integrante de la cultura. Esta contiene el mundo en el que viven los individuos que la poseen y sirve para organizar, entender y comprender particularidades comunicativas. Se ponen en las expresiones de manifiesto percepciones de nuestro entorno cultural que tienen que ver con clasificaciones y catalogaciones de experiencia propias y peculiares, que entendemos muy bien los que pertenecemos al mismo grupo cultural pero que puede carecer de significado para las que no pertenecen a él aunque entiendan y conozcan las palabras que usamos. Cuando se aprende o se enseña una lengua no solo se trasmiten signos con los que se identifican las cosas sino formas de pensar, valores y creencias.

Si la cultura del que aprende y la del que enseña son distintas, aumentan las dificultades, aún más si son muy diferentes. Entrar en su cultura incluye adentrarnos en su forma de pensar, sus mentalidades; en fin, desarrollar una comunicación educativa con las aspiraciones del presente y futuro siglo.

Para todo docente se hace necesario conocer estos contenidos en su esencia, pues partir de este nivel teórico puede pasar a un nivel empírico del estado actual, transformar su práctica educativa y a su vez inferir nuevos niveles teóricos , todo lo cual lo coloca en la posibilidad de demostrar a partir de la introducción de estrategias fundamentadas teóricas y científicamente. Es por ello, que adentrarse en estos presupuestos eleva el conocimiento y los saberes, se amplía, con profundidad, sobre la realidad educativa, la cual debe ser enriquecida y llevada a planos, en el orden de la calidad educacional, cualitativamente superiores; la creatividad propicia desde el campo didáctico tales metas en la formación de la profesionalidad pedagógica.

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